ARGENTINA, CAMINO A LA RECESION!!
LA ECONOMIA DE ARGENTINA SE ENFRIA. Un informe de la Universidad Di Tella, que intenta anticipar las tendencias de la economía, señala que en el primer trimestre del año próximo se podría ingresar en recesión.
La confianza de los consumidores cayó por quinto mes consecutivo en las encuestas. Y el estado de ánimo de los empresarios sigue empeorando.
Así lo indica, por ejemplo, un sondeo de la consultora SEL, que mide el “horizonte de visibilidad”, es decir, qué tan lejos llegan los planes de inversión. En su última medición marcó una caída a mínimos históricos: un año y medio.
Y, vale aclarar, todas estas encuestas son previas a la decisión de expropiar YPF. Luego de la medida, los primeros sondeos marcaron una caída adicional en la visión de los empresarios, que se quejan sobre la incertidumbre económica y jurídica.
En ese contexto, la variable por la que todos temen es la inversión. La proveniente del exterior ya venía lastimada: el último informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) destaca que apenas creció 3%, mientras el promedio para América Latina fue de 31%.
Y a nivel doméstico, un posible escenario de estancamiento junto con una sensación de inseguridad jurídica supone, para muchas industrias, una mezcla capaz de poner en el freezer los planes de inversión.
Por este motivo, llamó la atención una nueva jugada del gobierno. En las grandes empresas privadas donde hay directores que representan al Estado como accionista minoritario (una herencia de las administradoras de fondos jubilatorios que fueron reestatizadas en 2008), se realizaron negociaciones para minimizar los pagos de dividendos y maximizar las inversiones.
Así, Siderar, del grupo Techint, accedió a reinvertir 80% de sus utilidades, unos US$ 247 millones, dejando atrás un año de peleas con los funcionarios kirchneristas. El representante estatal en el directorio de la siderúrgica es nada menos que Axel Kicillof, la nueva estrella ascendente del entorno de Cristina Fernández.
Pero la lista de las empresas que aceptaron las “sugerencias” para invertir más es extensa y diversificada. Va desde compañías de servicios públicos, como Telecom y Transportadora de Gas del Sur, hasta firmas de consumo masivo, como la alimenticia Molinos, pasando por grandes bancos, como el Galicia y el Francés. En total, se estima que son unos US$ 2.000 millones que iban a ser repartidos como dividendos y que serán reinvertidos en la economía real.
Desde ya que los funcionarios kirchneristas han celebrado estos acuerdos como un gran éxito de su política. Pero lo curioso del caso es que hace un año, cuando el Estado incrementó su representación en los directorios de empresas privadas, la actitud del gobierno iba en el sentido absolutamente opuesto: presionaba para que las compañías maximizaran el dinero a repartir como dividendos.
¿Cómo se explica este cambio en un período tan corto? Para los analistas, la interpretación debe buscarse en el enfriamiento de la economía: hace un año, en pleno boom de consumo, el gobierno valoraba más el “cash” que le aportaban los dividendos, mientras no consideraba tan urgente “forzar” a las reinversiones.
Ahora, en cambio, más allá de los discursos optimistas, la nueva actitud gubernamental supone una aceptación tácita de que la economía se está enfriando.
Por otra parte, el gobierno da por obvio que todo lo que sea pagado como dividendo tiene “vocación” por transformarse en dólares que querrán salir del país, por alguna de las vías existentes para saltear los controles oficiales.
Es por este motivo que ya se empieza a hablar de una nueva etapa del “modelo K” en la que el intervencionismo económico adopta la forma de inversiones semi-compulsivas.
De todas formas, los analistas se muestran escépticos sobre el resultado de esta política.
“Las inversiones que puedan realizar las empresas en las que la Administración Nacional de Seguridad Social tiene acciones posiblemente no serán suficientes para impedir el freno de la economía, que tiene como causa central la desaceleración mundial”, señala el politólogo Rosendo Fraga.
Hay situaciones que parecen darle la razón, como la escasez que se percibe en las góndolas de supermercados en varios rubros de consumo masivo. Es así que falta yerba, aceite, fideos y otros productos donde el gobierno establece controles de precios.
Los economistas llaman a esta situación “el cuello de botella”, para graficar la dificultad de la oferta por ponerse a tono con la demanda. Y las señales políticas indican que el gobierno está cada vez más convencido de que ese embudo no será resuelto en forma espontánea ni “por las buenas” sino con dosis crecientes de intervencionismo.
Como la propia Cristina Kirchner destacó en el acto de promulgación de la ley que reestatiza YPF, la idea del gobierno es que la rentabilidad debe ajustarse en línea con “la sustentabilidad de la economía”. Y para dar más fuerza a su argumento les recordó a los sectores que ahora la critican que, en los nueve años de gestión kirchnerista, “la han juntado en pala”.
Fernando Gutierrez/EL OBSERVADOR
http://www.elobservador.com.uy/noticia/223510/la-economia-de-argentina-se-enfria/