No he visto gavilla de de Trolls mas salvajes y despiadadamente implacables que los gringashos de la izquierda tech. Si los recovecos de algunos tugurizados barrios de Lima o su periferia son madrigueras de toda suerte de psicopatas con una mania enferma de matar por cinco soles, en las redes sociales ocurre otro tanto. Ni se te ocurra defender a Fujimori o refutar algun axioma marxista porque ya fuiste. Te cogotearan en Facebook o Twitter una bateria de pastrulos con internet y conocimientos delicuenciales para hackear tu cuenta. Tranquilo causa, no te pongas sabroso o roban fotografias de la familia la fotoshopean hacen un meme asqueroso y lo sueltan el las turbias aguas del internet.

Mis cuentas en twitter y facebook han sufrido toda suerte de ataques virtuales, que me hacen dudar del entusiasmo gratuito de estos energumenos anonimos. Menos mal que tengo un hijo universitario que estudia Computacion como un poseido y le facina corretear matonzetes de cabina. Eso ha evitado que mi cuenta en las redes sociales sea un cadaver con las visceras codificadas de fuera y spams revoloteando alrededor cual negros buitres. Ahora creo saber cuales son los lugares por donde no debo caminar solo, ni mucho menos cargado con un buen fajo de ideas contrarias. Apenas huelo el peligro, me pongo a buen recaudo y bloqueo o cancelo al toque.

Se vienen las elecciones municipales y estoy seguro que decenas de blogueritos vengadores con su polito del Che Guevara como tambien Trolls anti lo que sea estaran chambeando para algun partido. Les puedo asegurar que mas de un candidato sufrira en carne propia los apanaos y asaltos en las redes sociales. Se va poner feo, se va poner de verguenza ajena. Ojala la sangre no llegue al rio y pasen de la pantalla a las calles porque entonces no seria ejemplo de primavera peruana si no mas bien infierno peruviano. No me sorprenderia, porque si en algo se distinguen los jovenes zurdos del resto, es en hacer las cosas al reves, indignarse y lavar banderas por cualquier capricho bacan.